Ida y vuelta de un gamer, LoL Worlds 2022
- 5 nov 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: hace 8 horas
Llevo días queriendo escribir esto, sin saber cómo empezar… hasta que dije “pfff desde el inicio”, claro algo lógico ¿no?.
¡Vaya! ha sido un trayecto increíble. Mi hermano y yo éramos dos niños amantes de los videojuegos, que iban a un ciber mientras su papá imprimía cosas del trabajo, Age of Empires, Mythology, Warcraft, Worms, etc. Niños que no tenían posibilidad ni de tener una computadora propia, pero admiraban los mundos que se podían explorar en esa caja de metal.

Increíblemente pasaron los años, pasamos de ser niños a adolescentes, llenos de ideas y pasión, acompañados de unos padres que nos dejaban volar, que incluso después de mucho tiempo compraron una computadora, su esfuerzo siempre latente por darnos el mundo ideal.
No les mentiré fue glorioso, teníamos en nuestras manos la posibilidad de seguir nuestras aventuras desde casa, ahí es donde comenzamos nuestra aventura más grande, Warcraft, lleno de nigromancia, orcos, elfos, fantasía y epicidad. Aquí conocimos uno de los modos de juego conocido como “Defense of the Ancients” (DOTA), nos hicimos expertos en este y otros modos, deseosos de ser los mejores. Junto a mi primo “Wollust” creamos un clan, el poderoso Sunde (pecado en alemán), años de gloria nos siguieron, los fuego de la serpiente del pecado dominaron los campos de batalla.
Años después, sale a la luz un tal League of Legends, creado por los mismos creadores del mapa DOTA, aunque no le hicimos caso al inicio por que solo tenía servidores en E.E.U.U poco a poco empezó a retumbar el título en nuestro corazón. Es así que al tercer año del juego los 3 migramos a lo que sería como todo buen LoLero sabe, nuestra mayor desgracia pero que nunca podremos soltar.

Años pasaron y crecimos, escuela, amigos, trabajo, todo empezó a tomar más fuerza que un simple juego, provocando que mi hermano, mi primo y yo nos separamos poco a poco del mundo de los videojuegos… ¿en serio?, bueno la verdad es que soy terco como una mula, los videojuegos son mi pasión y no la iba a soltar tan fácil, así que tuve una idea.
¡¿Y si formo mi propio equipo competitivo?!
¡¡¡Claro que sí!!! era una excelente idea jajaja, un joven de 19 años, estudiando en la universidad, trabajando y manejando un negocio. Sin dudarlo, conseguir patrocinio, jugadores, torneos oficiales, y muchos más. Si me preguntan como lo hice… la verdad es que no lo sé, lo podría llamar “la pasión”.
Después de un tiempo haciendo esto, mi hermano viendo mi amor por este equipo, al cual por cierto decidí llamar “Sunde Gaming” por los viejos tiempos, se unió a mí. Oh vaya no tienen idea de la felicidad que tenía. Mi mejor amigo, mi compañero de miles de aventuras en distintos mundos, decidió ser parte de este sueño.

Esto por supuesto plantó la idea de ser partícipes de estos grandes eventos de talla internacional, y créeme lo estábamos logrando. Sunde creció, claro que basta decir que no logramos la meta final, pasó el tiempo y por cuestiones personales decidí apartarme del equipo hace poco más de una año de que estoy escribiendo esto, pero mi hermano lo ha administrado desde entonces, recibiendo mi apoyo moral y consejos. El equipo ha participado en torneos de talla nacional, dando grandes resultados que nunca esperamos ver.
Así que llegamos al presente, hoy mismo es la final 2022 del LoL Worlds, y mi hermano está a nada de entrar al estadio en donde se llevará a cabo este maravilloso evento y yo a punto de recibir a mis amigos en mi departamento de adulto independiente, viviendo por mi mismo desde hace ya 5 meses. ¡Si señores! mi hermano y yo, ahora somos adultos que tienen la posibilidad de lograr todo esto.

Hace 4 años mi hermano iba por primera vez a estados unidos, un sueño que ni siquiera teníamos en mente como familia durante muchos años, aun me acuerdo de ese hermoso día, todos nerviosos y felices de que por primera vez alguien de la familia podía siquiera soñar en salir del país. Ahora el seguro debe estar preparando su bandera, sus gritos, su felicidad y viendo que compra para traerme.
Esos niños que salieron de la Rural Atlas (de las colonias más peligrosas y pobres de la ciudad), esos niños que soñaban con mundos inimaginables, que fueron cuidados y amados por dos seres extraordinarios que nunca nos dejaron caer y que sonaron con nosotros (gracias papá/gracias mamá).
Hoy se me llenan los ojos de lagrimas escribiendo esto, espero entiendan mi emoción, de esta la primer final que no veré al lado de mi hermano, la primer final que veré en mi propio hogar, y la primer final en donde espero ver a mi hermano en la transmisión gritando como un verdadero fan, como aquel niño que no comía por un dia en la escuela para poder tener una hora de ciber junto a su hermano.






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