Reseña: "Sin novedad en el frente".
- 11 mar 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 16 oct
Nitometro 8.5 ⚫
Vaya temporada de premios que hemos tenido, si alguien me hubiera dicho hace 3 años que las producciones fuera de Hollywood la estarían rompiendo en todos los premios posibles yo no lo hubiera creído. Pero ¿qué película está por encima de todo lo que se había esperado? Por supuesto que la hermosa, impactante y poderosa producción alemana de la que hablaré a continuación.
Primero hay que destacar que esta obra cinematográfica está basada en una novela del mismo nombre, escrita por Erich Maria Remarque la cual, ya ha recibido una adaptación a pantalla grande en 1979. En donde el autor expresa muchos de los sentimientos y dilemas que llegó a vivir en la primera gran guerra, novela que como amante de la lectura recomiendo bastante y que pueden obtener por amazon.
Sin más, vamos al frente.

Gran respeto alemán.
No es de asombro que si entramos en el tema de cine de guerra y combinamos Alemania en la sinopsis la mayoría de la gente pensará en un escenario sumamente vergonzoso de la historia de la humanidad, sin embargo, esta película llegó para poner un alto a eso y decir “Hey! Alemania es más” evocando todo a los sucesos de la “Gran Guerra” es decir, la primera guerra mundial justo en su último año antes del cese al fuego.
Si bien la guerra es algo terrible que no se debe vivir, en esta película entendemos lo que siempre se debe enseñar, la guerra ocupa dos bandos, en los cuales a los ojos del protagonista, un joven alemán de nombre “Paul Bäumer” se entiende la necesidad del pueblo alemán de ganar la guerra, la motivación y por sobre todo la humanidad perdida y al mismo tiempo encontrada en las trincheras.

Crítica política y militar en la punta de la bayoneta.
Como espectador podrás palpar, sentir y entender cómo es que la guerra llegó a ese punto de masacrar millones de vidas por las decisiones y mentiras de unos cuantos. El director en un gran manejo de personajes logra poner en cámara como por políticos hambrientos de poder y militares hambrientos de gloria esta guerra se llevó más allá de lo siquiera posible.
Destacando en esta parte la participación exquisita de Daniel Brühl como el político Matthias Erzberger, aquel que firmó el armisticio, en donde de igual manera por la dirección y guión logramos sentir el como había muchas personas con humanidad y sentido común detrás de estas decisiones, pero que por falta de poder o entendimiento no lograban parar la masacre que se vivía día a día en las trincheras.
Destacando que a diferencia de producciones estadounidenses o inglesas, aquí si se critica de manera humana y real lo que las cabezas de estado y sus subordinados son capaces de hacer, al igual que colocar a militares no como héroes sino como personas que en sus contextos entendemos cómo es que llegaban a estar enfermos de poder, todo esto sin exagerar absolutamente nada.

Actuaciones que te hacen sentir en carne propia.
Y ahora nos vamos a uno de los puntos más fuertes de la película, si bien ninguno de los participantes es merecedor de un premio por solitario, la verdad es que en conjunto cada uno de los actores que formaron parte del elenco forman una gloriosa travesía.
Y hablaremos de los que en opinión de un servidor son los más destacables de esta obra.
Por supuesto comenzamos con el protagonista “Paul Bäumer” (Felix Kammerer) el cual debo decir que le faltó, simplemente no está al nivel de un protagonista, esto claro no demerita un trabajo excelente en muchas de las escenas, solo que al lado de otros actores con los que convive, se siente un poco flojo y no logra transmitir lo que el resto del escenario quiere que sientas, simplemente falta de experiencia.
Pero llega “Stanislaus” (Albrecht Schuch) para dar una de las mejores actuaciones secundarias que he podido ver a lo largo de mi vida, cada escena, cada palabra, cada emoción, la transmite con una pasión y trabajo impecable. Entendemos su personaje, empatizas con él y deseas que tenga un final feliz. Si bien no tiene un desarrollo tan marcado como el protagonista, su actuación logra hacer que no ocupes saber más de él.
Por último, tenemos al ya mencionado “Matthias Erzberger” (Daniel Brühl) que ya nos tiene acostumbrados a trabajos impresionantes, aquí demuestra nuevamente que incluso siendo un personaje de reparto, tiene el carácter y personalidad suficiente para destacar por encima de todo. Sale pocos minutos en pantalla, pero logra evocar el respeto y firmeza que debía tener el político que por encima de todo buscó la paz.

El inicio del caos.
Quiero destacar cómo no se busca una justificación para lo que años más tarde se volvería el escenario más oscuro y triste de la humanidad, pero si se da a entender que hay un contexto detrás. Que el odio y fácil manipulación del pueblo alemán en un futuro tiene una razón de existir y no fue algo que surgió de la nada, como si de una bala perdida se tratara.
Durante toda la película se trata con respeto a las otras naciones, tanto a los franceses, como los estadounidenses jamás se les tacha de villanos, o gente con malas intenciones, si no que son personas al igual que todos que solo buscan lo mejor para ellos y su gente, que están ahí por decisión de otros y que no son capaces de entender siquiera las consecuencias de sus actos a gran escala en un futuro, aquello que parece justicia, termina siendo en realidad, venganza, sangre y caos.

Conclusión.
Sin novedad en el frente es una de las mejores candidatas a ganar el premio a mejor película, claro está que es probable que no se lo lleve, pero marcará un antes y después en la historia del cine de guerra. No hay héroes, no hay gloria, no hay esperanza, pero sobre todo… no hay novedad en el frente.









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